La espera de la muerte
―¿Muerto? –dijo el hombre–. Me aburre la muerte. Nadie puede contar su muerte
como otra aventura. Estaba sobre la piedra habitual en el río, las aguas del charco
hondo parecían sonar dentro de él mismo.
―Si llegara la muerte, me tiraría al charco. Porque ella era para él otro grafismo,
como un aviso en los muros. Sonrió con severa tristeza, miró las ramas altas
de laureles y yarumos, las nubes sobre las hojas, el sol en la montaña, volvió la
mirada en derredor de la piedra.
―¿Por qué la muerte no le tiene miedo a la vida?
―Porque son hermanas.
―Si la muerte viene, me tiro al charco hasta que se retire. La fiebre lo había
agotado, pensaba que su temblor era el temblor del agua. Miró hacia su cuarto,
allí estuvo buscándolo la muerte, de allí salía y se acercaba, definitivamente.
―¡No me agarrará sobre la piedra!
Se desnudó y se tiró al charco para rehuirla. La muerte ocupó su puesto en la
piedra, nadie la vio en esos minutos, porque nadie había en derredor. El hombre
seguía bajo el remolino, alcanzó a pensar que la muerte era más rápida y de
mayores presencias, pues la había encontrado también en el fondo de las aguas,
sin tiempo ya para seguir huyendo.
Tomado de: Mejía Vallejo, Manuel (2004). “Otras historias de Balandú”. En: Cuentos completos.
Bogotá: Alfaguara. p. 400
La expresión “– Porque son hermanas” hace referencia a la muerte y
A. la piedra.
B. la tristeza.
C. la fiebre.
D. la vida.
Clave D
Justificación
El estudiante debe identificar los referentes implícitos de
“hermanas” (la muerte y la vida), que se encuentran en el
enunciado del texto inmediatamente anterior a la expresión citada.
Afirmación 1. Identifica y entiende los contenidos locales que conforman un
texto.
Evidencia
1.2 Identifica los eventos narrados de manera explícita en un
texto (literario, descriptivo, caricatura o comic) y los personajes
involucrados (si los hay)
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